¿Qué pasaría si Santa Claus usara sus poderes para el mal?
9/12/09
, Escrito por Salvatorem a las 17:07
Todos conocemos a Santa Claus - o Clos, si eres naco - Papá Noel, San Nicolás, el bonachón gordo de barba blanca que nos trae regalos cada navidad si fuimos niños buenos durante todo el año, o un gran trozo de carbón si nos comportamos como unos bastardetes chiflados exigentes de atención. Lo conocen en casi todo el mundo occidental con variedad de nombres y de fechas en las que tiene qué llevar a cabo su trabajo, que es repartirnos regalos a todos los niños del mundo en una sola noche. En solo una noche.
Ya lo sé, tiene superpoderes que le permiten hacer eso, no soy tonto (duh!), además de recursos ilimitados que le permiten producir juguetes y dulces durante todo el año, así como incontables duendes esclavos que funcionan como mano de obra mucho más barata que el mismo número de huérfanos filipinos. Con el don de la ubicuidad y de la riqueza, solo podemos estar agradecidos de que este hombre decida utilizar sus virtudes para repartir regalos en vez de dolor, y de que pase las noches surcando los cielos gritando "Ho ho ho!" en vez de "Los voy a mataaaar putooos!".
Entonces, si este semi-dios se aburriera algún día de repartir felicidad al mundo y decidiera cambiar un poco su forma de ser, la única opción posible sería que se convirtiera por completo al lado oscuro de la fuerza y que comenzara a asesinar niños jedi - o de los normales - a diestra y siniestra, junto con una enorme cantidad de acciones mala copa que culminarían en la contratación de los 3 reyes magos para su captura, ya sea vivo o muerto.
Pero... ¿por qué?
A como yo lo veo, solo hay dos escenarios posibles que pudieran hacer que este buen hombre pierda toda la fé en la humanidad y decida pasar el resto de su aparente vida eterna - a menos que el puesto se vaya heredando como en esa mala película de Tim Allen - castigando a la población de crueles maneras que solo a un polo norteño podrían ocurrírsele, y son las siguientes:
Escenario 1: Últimamente Santa había tenido que dejar de utilizar su abrigo rojo ya que los rigores del invierno se habían vuelto más llevaderos. Andaba por ahí con sus playeras sin mangas observando cómo el ambiente que lo rodea había cambiado lentamente. Desde que tenía memoria, el cielo en el polo norte había cambiado su tono y la vasta extensión de nieve que se perdía en el horizonte, ahora terminaba de manera abrupta en un borde irregular que colindaba con el océano. El mundo había cambiado, porque el clima lo había hecho antes... el calentamiento global estaba terminando con su hogar. Santa salió a ver a Rodolfo, el pobre reno ya no era la misma majestuosa bestia que hacía unos años. Siendo un reno mágico, el frío del polo norte es indispensable para servir como energía antigravitatoria durante la noche de navidad y para mantener el adecuado metabolismo místico propio de los renos de Santa. No sólo Rodolfo estaba enfermo, si no también los otros que a nadie le importan porque su nariz no brilla.
Una vez en el establo, Santa contempló el horror: Los cuerpos de sus renos yacían inertes bajo la escasa luz de la madrugada polar. Se acercó uno a uno y palpó sus pulsos con decepción y dolor crecientes cada que los encontraba ausentes... Rodolfo era el último y Santa sintió una oleada de alivio momentáneo cuando lo vio respirando, corrió hacia él los últimos pasos que los separaban y tomó su cuello entre sus brazos.
- Rodolfo - gimió Santa - Ya estoy aquí viejo amigo, aguanta, traeré al mejor veterinario de los ángeles para que trabaje en conjunto con Mr. Freeze y te instalen un sistema de refrigeración que te permita vivir, leí que su investigación ya estaba casi comp-
- Santa... - Lo interrumpió Rodolfo - Te... Te qui... Te quiero... Mira lo que el hombre nos ha hecho... - Y el brillo de sus ojos se apagó y el escaso vapor que aún exhalaba su boca, cesó.
Santa sintió explotar el dolor dentro de sí y comprendió de golpe que era la humanidad, para la que él trabajaba todo el año, la que había causado esto a pesar de que él le pedía de favor al mundo que reconsideraran sus acciones. Su cartas al G8 habían sido ignoradas, Bush lo consideró loco en su tiempo, Blair lo ignoraba y Calderón repetía que no había nada de qué preocuparse. Se levantó y salió a observar el horizonte en el que un barco ballenero arponeaba a su presa y otro más no tan distante llevaba un montón de adolescentes winter breakers que orinaban, vomitaban y defecaban el océano sin culpa. Una lágrima llena de ira fría recorrió la mejilla de Santa, quien la limpió con calma y pensó para sus adentros: "A la chingada".
Escenario 2: Santa terminó temprano de entregar juguetes esa Navidad, la tasa de nacimientos en países desarrollados había disminuido mucho en los últimos años. Entró a su casa y lo invadió un sentimiento extraño... algo andaba mal. Esta vez no entró gritando su llegada como era su costumbre, en su lugar guardó silencio y empezó a caminar con calma hacia su habitación. Percibía algunos ruidos confusos que no lograba distinguir en la distancia y que aumentaban su intensidad conforme se acercaba a su destino. Se detuvo frente a la puerta temeroso de confirmar lo que imaginaba. Se armó de valor y la abrió de par en par:
- ¡Santa! - Gritó la señora Claus mientras cubría su cuerpo desnudo entre las sábanas - Llegaste muy temprano... no... no es lo que p-
- ¡Cállate perra! - rugió Santa encolerizado mientras observaba al hombre que le había robado a su esposa - ¡¿Cómo pudiste Juanito?! Después de tu pijama, de tu perrito, de tu pelota, de tu dinosaurio, de tu bicicleta, de tus nintendos, de tu trenecito, de tu walkman, de tus carritos... Más lo que le he estado llevando a tus hijos bastardos desde el maldito día que los trajiste al mundo ¡¿Así es como me pagas?!
- Ahhh... el treneci-- Juanito vio sus recuerdos interrumpidos al ver que Santa se acercaba hacia él - ¡Espera Santa! Espe-- Santa tomó el cuello de aquel hombre, y mientras le quitaba la vida lentamente envuelto entre los gritos de la Sra. Claus, vio cómo el rostro de Juanito volvía a ser el mismo de la infancia que hace tantos años le había escrito cartas llenas de ilusión, todos los sentidos de Santa se nublaron y lo único que pudo sentir fue el odio...
Entonces... ¿qué pasaría?
Santa se habría vuelto un cruel capataz que estuvo construyendo cosas desagradables en sus talleres durante todo el año. Sus elfos habían dejado de lado la construcción de cosas lindas y ahora construían armas que Santa vendía a precios exorbitantes a grupos guerrilleros que tienen la obligación de comprarle solo a él, ya que los competidores eran brutalmente asesinados durante las noches sin ningún rastro a seguir. La cólera de Santa sería comúnmente descargada ya sea psicológica y físicamente en contra de sus elfos, quienes ahora habían perdido su seguro social y tenían que comprar sus alimentos y vestiduras en las tiendas de raya que Santa ha colocado de manera estratégica en el polo norte, a las que siempre terminaban debiendo por sus miserables ingresos y razón por la cual eran golpeados aún más por Santa, el también cobrador.
La ira contra la humanidad sería descargada de manera aleatoria. Si santa se siente con ánimos de asesinar a una familia y a sus mascotas, no sin antes sodomizarlos de la forma más humillante posible, entrando por la chimenea o la ventana sin ser visto, lo hará. Si en su lugar decidiera secuestrar a la reina de Inglaterra y a toda la descendencia directa e indirecta de manera que el próximo heredero legítimo al trono sea uno de sus renos, también lo hará. O si está de buen humor porque durante ese día derrocó 3 reinos actuales y sodomizó a 2 millones de familias en media noche y decide solo cagar a través de tu chimenea… no lo dudes amigo, lo hará.
"Llevo una semana comiendo frijoles con ratas muertas encebolladas... ¡Ho ho ho!"
Si santa así lo quisiera, gobernaría al mundo, o lo llenaría de zombies. Sería invencible, la batería anti-aéra inútil contra su trineo y sus renos-zombies-robóticos. Su búnker ártico impenetrable, su voluntad insobornable, no habría nada que pudiera detenerlo por que es asquerosamente rico, mágico y te conoce a ti, y a toda tu familia.
Roguemos que Chuck Norris permanezca de nuestro lado y tener así una oportunidad de sobrevivir.
WTF!!! elmaldito calentamiento global acabara con nuestras marketin christmas.... LILI
Demonios.
Que bueno que no tengo chimenea.
Bueno, no es la chimenea, Santa me ha cagado la vida porque ya no me regala nada.
Quizá no nos regala nada al crecer porque tiene miedo que vayamos a visitar cariñosamente a su mujer como el fakin' Juanito.
The Llobanas.
"Renos-zombies-robóticos"??? jajajajajajajaja! estás como una cabra... Yo creo que Chuck lo derrotará tan sólo por el ánimo de haber encontrado a un rival, y cuando lo haga y vuelva a sentirse sólo (no imagino a ninguna mujer que quiera compartir su lecho con él más que a un reducido grupo de lemmings de corta biografía por delante), toda la humanidad se hallará perdida de veras... Pero eso nos da algo de tiempo que disfrutar, nos has dado toda una lección chavita!